La palabra árabe "oud" indica tanto la madera del árbol de agar, como más genéricamente una pieza tallada en ese material. De allí también el nombre del Oúd, antiguo cordófono de Medio Oriente del que derivan el laúd y la mandolina europea.

Ambas ideas parecen reflejarse en las notas amaderadas, dulces y ahumadas de una de las resinas más preciadas en el arte de la perfumería.

 

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